Lectura: Marcos 11:12-24
"...¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las Naciones?..."(v.17)
La Pascua comenzaba, y era la celebración más importante del calendario judío. Judíos, de todas partes del mundo, peregrinaban hasta Jerusalén recordando como Dios los Liberto de Egipto. Al llegar a Jerusalén debían hacer dos cosas: El sacrificio de un animal, por lo general, una paloma sin defecto.
Segundo, debían pagar un impuesto al templo. Este impuesto debía hacerse en la moneda local, por esta razón había cambistas dentro el templo que ofrecían hacer el cambio por unos modestos honorarios. Con las palomas sucedía lo mismo, si la gente traía su propia paloma, los mercaderes decían que esa paloma no era perfecta, entonces deberían comprar la paloma que vendían. El precio no era accesible para la gente, pero por devoción, ellos las debían comprar. No es difícil ver lo que índigo a Jesús. Los peregrinos viajaban durante días para esta celebración pero antes que lo pudieran hacer eran estafados por su propia gente. Jesús sacando a todos los mercaderes exclamó: "Mi casa será llamada casa de oración para las Naciones; más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones". Como nuestro cuerpo es templo de Dios, quizá este sucio, o lleno de mercantes desagradables ante los ojos de Dios.
¿Necesitamos una limpieza este día? ¿Esta tu vida limpia ?. Hoy es el día para arreglar las cuentas con Él, para que todas las Naciones vean su Gloria en nosotros.
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